Hoy en día es cada vez más común que las personas trabajen de manera independiente (freelance) y utilizando de oficina su hogar, esto gracias a la tecnología y a las muchas herramientas que hoy en día nos rodean y que hacen posible el poder desempeñar nuestro trabajo desde cualquier lugar y cualquier parte del mundo. Tener que estar explorando una nueva ruta para llegar a tiempo al lugar de empleo todos los días puede resultar tedioso e incluso hasta cansado y es por ello que las empresas buscan ahorrar energías en esa acción de sus empleados, para enfocarlas en tareas que permitan ser más productivo.
Resulta que trabajar desde el hogar es algo que cada vez más se vuelve recurrente en nuestra sociedad, como lo mencionamos anteriormente, desde las facilidades tecnológicas que permiten establecer comunicación con otras personas (jefes o compañeros), sin importar el lugar en el que se encuentren hasta el contacto con proveedores y clientes. Cada día es más evidente que en el mundo dejan de existir las barreras del tiempo y fronteras. Trabajar en casa no significa esquivar responsabilidades, pues todo compromiso laboral debe ser debidamente honrado. Trabajar como freelance es un estilo laboral que se está volviendo popular, sobre todo en profesiones relacionadas al diseño grafico, diseño web, consultorías en diferentes áreas, desarrollo de software, periodismo y en general para cualquier rol laboral.
Realizar el trabajo desde casa tiene muchos aspectos a favor, los cuales algunas veces son los más vistos o valorados, pero también hay algunos en contra, que pueden minimizarse con la responsabilidad al momento de cumplir las tareas. Cuando una persona acepta trabajar como freelance para una empresa, en la mayoría de casos, se establece un contrato en el que se acuerda que la prestación de servicios se ejecutará en el domicilio del trabajador o en un lugar elegido por este. El salario casi siempre es por tareas específicas, y sobre la remuneración no se hacen los descuentos tradicionales que estando en la planilla de una empres, pues estos se efectúan por servicios profesionales.
Ahora bien, dependiendo de la cantidad de trabajos realizados en un mes, el monto a ganar por un freelance puede llegar a ser mayor que el de un asalariado, pero este podría variar en disminución para el siguiente mes. Por esa razón, las personas que laboran bajo esta modalidad deben ser lo suficientemente ordenados en la administración de sus finanzas. Es recomendable para las personas que realizan este tipo de trabajos, que por su propia cuenta busquen adquirir un seguro médico o cotizar como independiente en el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social e incluso tener destinada una cantidad mensual específica para su fondo de retiro. Esto para tener un auxilio en caso de enfermedad y para ahorrar fondos y poderlos utilizar posteriormente para cualquier necesidad que surja.
Otro detalle para los freelance es que no reciben las bonificaciones o pagos de vacaciones como ocurre con los empleados convencionales. Si bien se ahorra el combustible que le pondría al automóvil para trasladarse a diario a la oficina o en comprar ropa para ir presentable, deberá invertir en contar con su propio equipo, poseer servicio de conexión a internet, papelería y muebles indicados para trabajar.
En casa, el jefe no estará cerca, físicamente, pero la responsabilidad por entregar el trabajo a tiempo debe ser la misma de cómo si lo tuviera a pocos pasos. En ese sentido, la persona debe ser disciplinada y ordenada, es decir que cuando se programe hacer su labor, pueda cumplir lo planificado por él mismo, así se le antoje ver TV o regar el jardín. Un freelance puede trabajar para diferentes empresas a la vez, siempre y cuando esto no afecte los intereses de la misma y se guarde la confidencialidad de la información que se maneja en cada una de ellas.
Autor: Tecoloco Nicaragua
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